Hoy os hablamos del cortín. Tenemos la suerte de poder tener las colmenas en uno y aunque muchos apicultores pensarán que qué incómodo sacar la miel en un cortín, ¡nosotros estamos muy orgullosos de poder utilizarlo!

El cortín es una construcción circular con paredes altas, típica de zonas oseras, construida para proteger las colmenas del oso, del viento y del fuego. Tiene un alero de losas de pizarra para que el oso sea incapaz de acceder al interior, aunque consiga escalar. Muchos cortines no tenían puerta por lo que se accedía mediante una escalera de mano. El nuestro lo hemos mantenido como lo han construido hace muchos años. Por desgracia, muchos cortines ya no se utilizan y se han derruido por el paso del tiempo, así que cuando vemos uno y encima está siendo utilizado por un apicultor, nos llevamos una alegría :-).

Los cortines los situaban estratégicamente, protegidos sobre todo de los vientos del norte, con buena orientación para recibir mucho sol y con cierta inclinación para poder poner diferentes filas de colmenas. Además, siempre están en zonas con mucha floración  y con agua cercana. En definitiva, las condiciones idóneas para que las abejas puedan vivir sin problemas.

Un cortín es a prueba de osos, pero su puerta no tiene por qué. Teníamos una puerta de madera y, aunque estaba reforzada, en 2015 el oso consiguió hacerla añicos y entrar!

Necesitaba proteínas y se comió unos cuantos cuadros con cría. Por suerte, sólo pudo atacar una. Algo le asustó y salió del cortín por donde pudo, destrozando además parte de la pared.

Desde entonces tenemos una puerta más resistente y el oso lleva tiempo sin poder acceder a nuestras colmenas. Sin embargo, en primavera vemos rastros, por lo que sigue merodeando nuestra zona. No lo culpamos, ¡el aroma de la miel de nuestras abejas, llama la atención de cualquiera! :-).