¿Qué es el polen?
Es el conjunto de granos diminutos contenidos en las anteras de las flores. Las abejas lo utilizan principalmente para alimentar a sus crías. Es un alimento muy completo formado por agua, numerosas vitaminas, proteínas, aminoácidos, minerales, enzimas y otros micronutrientes. El polen de abeja se considera un superalimento por su alto valor nutricional.
¿Sabías que el polen se puede comer?
El color y el sabor del polen varía según diferentes factores, principalmente depende de la flor de la que las abejas lo obtienen. Para consumirlo se puede tomar solo o se puede mezclar sin problema con cualquier líquido (leche, café, zumos, yogures, etc) .
¿Cómo se consigue el polen?
Las abejas recolectan los granos de polen de las flores y lo mezclan con sustancias salivares o néctar formando pequeñas bolitas que almacenan en los cestillos de sus patas y transportan hasta la colmena. Los apicultores recogen el polen que las abejas están transportando con la ayuda de un caza-polen. Esto se debe hacer cuando en el campo hay excedente de polen, sino se estaría privando a la colmena de un alimento muy importante.
Cuando las abejas transportan los granos de polen a la colmena, ese polen es polen fresco y tiene, aproximadamente, un 40% de humedad. Para que no se estropee y se enmohezca se tiene que conservar en el congelador, así se mantendrá fresco. Otra forma de consumir el polen es seco. Para ello, se deshidrata y se puede conservar sin problemas en un lugar fresco y seco. Este secado debe hacerse con un control, ya que no se puede realizar a altas temperaturas o el polen perderá sus propiedades.
En conclusión, el polen es un complemento ideal para combatir muchas carencias, sobre todo para recuperar energía. Y hablando de polen no podemos olvidar destacar la actividad polinizadora tan importante que realizan las abejas, indispensable en nuestra vida.